Cosa de la vida





Vivimos en una cultura donde las personas buscan sentirse importantes mediante el reconocimiento o la aprobación de otros.
Podemos definir que una persona es genuina cuando se mantiene autentica y fiel a su forma de ser o pensar, pero a veces cambiamos con tal de agradar a otros. Lo hacemos por querer impresionar a alguien o por querer demostrar que somos alguien.
Con el tiempo las personas o nosotros mismos nos daremos cuenta que no estamos siendo reales y en ese punto es donde podemos llegar a cansarnos, frustrarnos o quebrantarnos.
¿Porque buscar ser alguien que no somos? ¿Porque enseñar algo que no tenemos? ¿Porque hacer algo que no queremos?
Pues hablamos como mensajeros aprobados por Dios, a quienes se les confió la Buena Noticia. Nuestro propósito es agradar a Dios, no a las personas. Solamente él examina las intenciones de nuestro corazón. (1 Tesalonicenses 2:4)
No pretendamos fingir madurez para conseguir algo, tampoco busquemos servir o hacer algo por querer impresionar a los lideres o a alguien, Dios aborrece toda obra que no se hace de corazón.
¿Que podemos hacer para ser más genuinos?
Decide quitarte la mascara hoy
Oye entonces desde el cielo donde vives y perdona. Haz con tu pueblo según merecen sus acciones, porque solo tú conoces el corazón de cada ser humano. (1 Reyes 8:39)
Cansa no ser una persona genuina, buscar aprobación o vivir de los aplausos, debes decidir hoy ser esa persona que Dios quiere que seas.
Dios te ha dado tantas cosas buenas para que le agrades, Él es quien en verdad te bendice y te da todo. Si vas a agradar a alguien que sea solamente a Dios.
Por no ser quienes somos puede que lleguemos a lastimar o perder a personas que realmente nos quieren, somos llamados a dar un amor genuino.
Si quieres ser genuino, se como Jesús
Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. (Mateo 11:29)
Ser un cristiano genuino es ser como Jesucristo. El Señor es manso y humilde de corazón, debemos imitarlo solo a Él.
Las personas hoy siguen modas y quieren parecerse a cualquiera menos a Jesús. Fuimos creados a su imagen, debemos mantenernos fieles al diseño de Dios. Las modas y las personas son transitorias, pero lo que viene de Dios es eterno.
Vive para la Gloria de Dios
Traigan a todo el que me reconoce como su Dios, porque yo los he creado para mi gloria. Fui yo quien los formé. (isaías 43:7)
Fuimos creados para agradar a Dios y no a la gente. La mejor forma de agradar a Dios es decidir llevar una vida de obediencia verdadera, todo lo que hagamos o digamos debe ser para exaltar el nombre de Jesús.
Las personas nos pueden ver de una forma, pero solo Dios conoce verdaderamente nuestros corazones e intenciones. Si no estamos siendo genuinos, tarde o temprano Dios expondrá públicamente y de manera dolorosa quien realmente somos.
Reto: Decide HOY amar de forma sincera a Dios y a las personas, no busques ser alguien a menos que ese alguien sea Jesús.
Dios te bendiga!

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