Libro de mi hija


—Hola Eli, nos volvemos a ver.
—No puede ser, ¿tú eres el doctor Jack?
—Si, soy yo, ¿y como sabes que trabajo aquí?
—Porque yo soy tu paciente, esta es la cita de la que te hable, y me imagino que esta es la consulta de la que me hablaste.
—Pues si, que menuda sorpresa, no me puedo creer que seas mi paciente.
—Y yo no puedo creer que tú seas mi doctor.
—Pues por lo visto es así pero no lo creo porque me dijeron que la paciente que tendría era muy especial.
—Pues no te equivocas.
—No si eso lo sé.
—Solo que, no veo motivo que una chica como tú este en dichas citaciones.
—Pues yo sí los veo.
—Eso lo vamos a arreglar, bueno Eli ahora tú y yo vamos a ser amigos, necesito que me lo cuentes todo, ahora, seré tu psicólogo.
—Vale, ¿todo?
—Si Eli, desde el principio, hasta el final.
—Vale —ascienda Eli con algo de tristeza.
—Todo, comenzó a sí... Una vez cuando estaba pequeña mis padres me dejaron con mis abuelos, pero tío vivía allí con ellos a sí que no estaba tan sola, resulta que mi abuelo, trabajaba por la noche, y estábamos mi abuela, mi tío y yo solos en la casa, y por lo general el abuelo era el que cuidaba siempre de la abuela, a sí que mi tío y yo estábamos acostumbrados a dejarle sola en su cuarto viendo películas, ya que eso la entretenía en lo que el abuelo trabajaba, y yo y mi tío nos íbamos a jugar abajo, solos, y el, pues yo tenia 12 años cuando eso, y mi tío, me obligaba a hacer cosas que yo no quería, y tenía que hacerlas porque me tenía amenazada, el, me obligaba a besarle, y, tocarle, mientras la abuela estaba arriba y yo, no podía hacer nada, solo hacer lo que él me pedía, esa noche él empezó a tocarme, y le pedí que por favor no lo hiciera, pero él siguió, y empezó a besarme, y me tomo de la mano y me llevó a su habitación, me dijo que sentará en la cama, él empezó a quitarse la ropa, y, y, luego. Eli no soporta recordar eso, no puede seguir más.

—Tranquila Eli, yo estoy aquí contigo.

Eli se limpia las lágrimas y sigue narrando la historia, y luego me dijo que hiciera silencio, que, que esta noche iba hacer suya, y trate de evitarlo, pero no pude, y él me tenía agarrada de las manos, y era más fuerte que yo, hasta que logró abusar sexualmente de mi, de pronto la abuela entró por la puerta y vio lo que mi tío estaba haciendo conmigo, y, y no lo soporto.

—¡Germán! ¿Pero que le haces a mi niña?
—Mamá tranquila, por favor.
—Quítale las manos de encima, sucio.—dice la abuela de Eli llorando. —Vete mi niña, corre. Porque lo has hecho infeliz? Es tu sobrina! Vas a pagar lo que le has hecho.
—Mamá tranquila, por favor, perdóneme, no quiero que le pase nada, ¡MAMAAA!

—Murió de un infarto al corazón.
—Si. —responde Eli envuelta en lágrimas. Después yo llamé a la policía y a mis padres, y me escondí hasta que llegaran. Luego se llevaron a mi abuela al hospital y mi tío fue preso, mis padres nunca lo perdonaron.
—¿Y tú abuelo?
—El está bien, él y estaba preparado para su partida, a sí que tomó terapia y lo fue superando poco a poco, pero si tan solo yo hubiera dicho, si tan solo no me hubiera quedado callada. Eli no aguanta las lágrimas.
—Ya tranquila, no es tu culpa tú solo eres víctima, y este error te ayudará mucho en el futuro créeme.
—Después de eso no pude estar bien, muchas veces intente quitarme la vida, porque ya no le veía ningún sentido.
—La vida, Eli, tiene muchos sentidos, el simple hecho de la vida cotidiana no es lo único que debemos tomar, en cuenta, también están los retos, las caídas, las batallas, las luchas, las enseñanzas, hay demasiadas cosas que debemos tomar en cuenta, y con esto que te ha pasado puedes ayudas a muchas otras niñas que pueden estar pasando por las situaciones que has pasado.
—Usted cree, yo no creo que nadie quiera escuchar mi triste historia.
—Pero puedes prevenirlas, diciéndoles que no se queden calladas ante nada, que no sirve de nada, ese tío que te amenazo, no era capaz de matar ni una mosca, solo de aprovecharse de una chica tan dulce como tú y maravillosa como tú.

Eli rompe a llorar y le da un fuerte abrazo al doctor Jack.

—Siento mucho que hagas pasado por todo esto, pero eres muy fuerte y sé que puedes salir adelante, todo esto te ayudará a ser más fuerte y a madurar, verás que muy pronto, serás una chica completamente nueva, eso te lo aseguro.
—Gracias doctor Jack.
—Por favor, dime Jack.
—Ok, gracias Jack. —dice Eli una pequeña sonrisa.
—Bueno, supongo que ya tienes que irte.
—Si, y es tarde y debo ayudarle a mi madre con la compra para la cena. Oye, ¿vendrías a cenar con nosotros?
—Claro, estaría encantado de conocer a tu familia.
—Bueno no hay más que decir, te espero a las 8:00, ¡no faltes!
—Claro que no, adiós Eli.
—Jack, gracias.
—De nada hermosa.


Eli abre la puerta del despacho de Jack y se dirige a la salida, y toma un taxi, devuelta a casa, está por cambiar su vida, en un cerrar y abrir de ojos.

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